La mayoría de los problemas públicos, las demandas y necesidades de los ciudadanos en la actualidad responden en gran medida a una crisis de gobernanza que ha afectado al aparato estatal en su conjunto que han llevado a un sostenido deterioro del Estado en su funciones más elementales de conducción, liderazgo y solución de los conflictos en la comunidad.

La tarea urgente es de mejorar y robustecer al Estado para que logre cumplir los fines que la sociedad le demanda, que pasa por concederle la relevancia que realmente poseen los territorios y su diversidad.